El primer ingreso de los conquistadores españoles fue realizado por Hernán Pérez de Quezada procedente de Granada España, quien por primera vez piso tierras Caqueteñas en 1541 de donde se vio obligado a salir muy pronto. Durante su recorrido solo dejó construidos algunos campamentos. El descubrimiento del Caquetá fue un hecho más de colonización, motivado por el ambicioso deseo de hallar El Dorado. Las manifestaciones de interés puramente económicas del estado español frente a esta nueva región, quedó ampliamente demostrado con estos sucesos y las posteriores expediciones en busca de los preciados recursos naturales. A mediados del siglo XIX, todos los territorios localizados en el suroriente colombiano se encontraban cubiertos por grandes selvas tropicales: el gran territorio del Caquetá —surcado por grandes ríos que descienden desde los Andes hasta verter sus aguas en el río Amazonas—estaba en su mayoría habitado por comunidades indígenas de las que se conserva todavía algunos nombres de regiones, ríos y los procedimientos para aprovechar plantas y frutos nativos.
Se calcula que en el Caquetá había cerca de cien mil indígenas antes de la llegada de los colonos, de los cuales hoy apenas quedan unos seis mil. Las principales comunidades indígenas del Caquetá son: Los Andakí (Belén entre los ríos Pescado y Fragua), los Koreguajes (alrededor de Solano y después por los ríos Orteguaza, Yarí y Caguán), los Macaguajes (alrededor de la desembocadura del río Orteguaza), los Tamas o Puyngajes (en el río Caguán), los Karijonas (en la zona de los ríos Yarí y Mesaya) y los Huitotos (esta tribu llegó al Caquetá en el siglo XIX, proveniente del Amazonas, de donde son originarios), se compone de dos pueblos: los murui y los muina. La densa selva amazónica que cubre buena parte del territorio ha favorecido la supervivencia de estos grupos, si bien la explotación cauchera de la primera mitad del siglo XX trajo consigo la persecución y extinción de muchas etnias.
Durante la Colonia y primeros años de la República, el Caquetá perteneció a la provincia de Popayán; en 1821 pasó a formar parte de los departamentos de Boyacá y Cundinamarca; luego fue Territorio Nacional. En 1857, el Caquetá volvió a lo que es hoy el departamento del Cauca, hasta 1909, cuando el Caquetá fue convertido en intendencia y luego en comisaría en 1910. De su extenso territorio, que inicialmente cubría toda la región al sur del río Guaviare se desprendieron sucesivamente las intendencias y comisarías amazónicas. La colonización del Caquetá se inició en realidad en 1930 con motivo de la Guerra Colombo-Peruana. La extracción del caucho como motor de la economía de ese periodo se narra en la novela Toá de César Uribe Piedrahita. El crecimiento constante de la población y de la economía dio lugar a la creación de la Intendencia mediante el decreto No. 963 del 14 de marzo de 1950. La ley 78 del 15 de diciembre de 1981 erigió en Departamento a la entonces Intendencia del Caquetá, con capital en la ciudad de Florencia. El 15 de diciembre de 1981 conforme a la ley 78 se eleva a la categoría de departamento.
Conocido como el corazón de la Amazonía colombiana, el departamento del Caquetá es poseedor de una riqueza en flora y fauna que incluso cualquier país desarrollado envidiaría, más de siete ríos bañan a esta tierra que posee incalculables especies de insectos, peces y aves que son a su vez la prueba tangible de que el Caquetá tiene todos los elementos para ser un departamento potencia, pues en los nuevos tiempos los recursos naturales, la riqueza hidrográfica y la biodiversidad son valores agregados que los inversionistas extranjeros buscan en los países en vía de desarrollo.
Precisamente Caquetá posee todos estos elementos, más uno que potencializa mucho más a este territorio de 88.965 Km2 ese elemento es la raza caqueteña, una raza fuerte frente al clima, conocedora de los recursos y colonizadora de una zona del país que para muchos es agreste. Caquetá es en resumidas cuentas la dueña y señora de una riqueza incalculable, la cual debe ser manejada con responsabilidad, visión y entrega para así convertirse en una potencia en donde el término Desarrollo Sostenible más que una teoría sea un modelo de sociedad.
Historia del Caquetá
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Historia del Caquetá
El primer ingreso de los conquistadores españoles fue realizado por Hernán Pérez de Quezada procedente de Granada España, quien por primera vez piso tierras Caqueteñas en 1541 de donde se vio obligado a salir muy pronto. Durante su recorrido solo dejó construidos algunos campamentos.
El descubrimiento del Caquetá fue un hecho más de colonización, motivado por el ambicioso deseo de hallar El Dorado. Las manifestaciones de interés puramente económicas del estado español frente a esta nueva región, quedó ampliamente demostrado con estos sucesos y las posteriores expediciones en busca de los preciados recursos naturales. A mediados del siglo XIX, todos los territorios localizados en el suroriente colombiano se encontraban cubiertos por grandes selvas tropicales: el gran territorio del Caquetá —surcado por grandes ríos que descienden desde los Andes hasta verter sus aguas en el río Amazonas—estaba en su mayoría habitado por comunidades indígenas de las que se conserva todavía algunos nombres de regiones, ríos y los procedimientos para aprovechar plantas y frutos nativos.
Se calcula que en el Caquetá había cerca de cien mil indígenas antes de la llegada de los colonos, de los cuales hoy apenas quedan unos seis mil. Las principales comunidades indígenas del Caquetá son: Los Andakí (Belén entre los ríos Pescado y Fragua), los Koreguajes (alrededor de Solano y después por los ríos Orteguaza, Yarí y Caguán), los Macaguajes (alrededor de la desembocadura del río Orteguaza), los Tamas o Puyngajes (en el río Caguán), los Karijonas (en la zona de los ríos Yarí y Mesaya) y los Huitotos (esta tribu llegó al Caquetá en el siglo XIX, proveniente del Amazonas, de donde son originarios), se compone de dos pueblos: los murui y los muina. La densa selva amazónica que cubre buena parte del territorio ha favorecido la supervivencia de estos grupos, si bien la explotación cauchera de la primera mitad del siglo XX trajo consigo la persecución y extinción de muchas etnias.
Durante la Colonia y primeros años de la República, el Caquetá perteneció a la provincia de Popayán; en 1821 pasó a formar parte de los departamentos de Boyacá y Cundinamarca; luego fue Territorio Nacional. En 1857, el Caquetá volvió a lo que es hoy el departamento del Cauca, hasta 1909, cuando el Caquetá fue convertido en intendencia y luego en comisaría en 1910. De su extenso territorio, que inicialmente cubría toda la región al sur del río Guaviare se desprendieron sucesivamente las intendencias y comisarías amazónicas. La colonización del Caquetá se inició en realidad en 1930 con motivo de la Guerra Colombo-Peruana. La extracción del caucho como motor de la economía de ese periodo se narra en la novela Toá de César Uribe Piedrahita.
El crecimiento constante de la población y de la economía dio lugar a la creación de la Intendencia mediante el decreto No. 963 del 14 de marzo de 1950. La ley 78 del 15 de diciembre de 1981 erigió en Departamento a la entonces Intendencia del Caquetá, con capital en la ciudad de Florencia. El 15 de diciembre de 1981 conforme a la ley 78 se eleva a la categoría de departamento.
Caquetá, donde el oro es verde
ResponderEliminarConocido como el corazón de la Amazonía colombiana, el departamento del Caquetá es poseedor de una riqueza en flora y fauna que incluso cualquier país desarrollado envidiaría, más de siete ríos bañan a esta tierra que posee incalculables especies de insectos, peces y aves que son a su vez la prueba tangible de que el Caquetá tiene todos los elementos para ser un departamento potencia, pues en los nuevos tiempos los recursos naturales, la riqueza hidrográfica y la biodiversidad son valores agregados que los inversionistas extranjeros buscan en los países en vía de desarrollo.
Precisamente Caquetá posee todos estos elementos, más uno que potencializa mucho más a este territorio de 88.965 Km2 ese elemento es la raza caqueteña, una raza fuerte frente al clima, conocedora de los recursos y colonizadora de una zona del país que para muchos es agreste. Caquetá es en resumidas cuentas la dueña y señora de una riqueza incalculable, la cual debe ser manejada con responsabilidad, visión y entrega para así convertirse en una potencia en donde el término Desarrollo Sostenible más que una teoría sea un modelo de sociedad.